MARRUECOS 2023.- ¿Marruecos? ¿Cómo que Marruecos?

 

Mi pobre madre no gana para sustos: “Ahora el niño dice que se va a África con la moto y yo me tengo que quedar aquí sufriendo ”.

Pues la verdad es que es un destino que tengo meditado desde hace bastante tiempo y que por unas cosas u otras nunca lo hemos afrontado. De hecho, la vez que más cerca estuve fue en el puente de diciembre de 2020 pero como el resto de nuestras vidas, saltó por los aires por el jodido Covid.

Después de la experiencia del año pasado en que aproveché la semana de feria en Córdoba para irme a los Balcanes en moto, tenía muy claro que este año iba a hacer lo mismo. Ya tengo muchas (demasiadas) ferias encima como para que no me aporte nada nuevo otra jornada entre borrachos y reggaeton y prefiero disfrutar un viaje en moto fuera de temporada alta y con mejores temperaturas que en verano.

Esa fue también la conclusión a la que llegamos el grupo el pasado verano cuando salimos y volvimos en plena ola de calor con temperaturas infames que hacían de algo que tenía que ser una diversión, un auténtico tormento. Para este año teníamos que cambiar fechas y huir de julio y una cosa llevó a la otra, así que decidimos que mayo era buena fecha.

De todas formas, este año no puedo contar con la semana completa porque tengo una comunión el primer sábado y tengo que posponer la salida hasta el lunes, así que todo apunta a un destino cercano y desconocido y Marruecos volvió a aparecer en el horizonte.

La acogida del plan fue diversa. Algunos la recibieron con bastante ilusión y otros con más frialdad pero al final estuvimos de acuerdo en que era buen destino teniendo en cuenta fechas y distancia y me puse manos a la obra con la programación.

Este año hay varias novedades en el viaje. Se incorporan al grupo dos amigos que hasta ahora no han viajado con nosotros y que tampoco han hecho viajes largos con antelación más allá de rutas más o menos largas de fin de semana, pero a los que conocemos lo suficiente como para saber que son buenos fichajes. Por el contrario, se nos cae del cartel Sergio que no puede encajar las fechas en su cuadrante. Esperemos no tener que contar con la autoridad en el país vecino.

Además de eso, este va a ser el primer viaje que haga con mi nueva R1250GSA. A fecha de salida solamente llevo con ella unos diez días y no tengo muy claro que sea buena idea hacer esta ruta con moto nueva, sobre todo pensando que queremos hacer alguna ruta off y tal vez no me haya hecho todavía al peso y volumen, pero las cosas han salido así y no nos vamos a echar atrás a estas alturas, ¿no?

Así las cosas, nos juntamos dos joyeros, un arquitecto, un abogado, un marmolista y un médico, con cinco GS entre 1200 y 1250 y una KTM 1290. Buen grupo para pasar una semana de moto disfrutando del país vecino y con el plus de llevar doctor en el grupo. Un verdadero acierto como más adelante pudimos comprobar…

Como siempre la intendencia del viaje cayó de mi parte, correspondiéndome la elección de destinos, edición de rutas, búsqueda de hoteles, transportes y demás, aunque conté con la colaboración de Salva. Es una sensación nueva que alguien se ofrezca a las labores de organización y se agradece. No me compliqué mucho el viaje y decidí hacer una ruta por los principales hitos turísticos y los destinos más frecuentados y recomendados por viajeros en moto, priorizando destinos conocidos y carreteras convencionales aunque metí en medio del recorrido una pequeña pista para conocer también el lado agreste del país.

Con esos mimbres, después de las necesarias puestas en común en el grupo de Whatsapp y tras un par de comidas de fraternidad para vernos las caras todos juntos, estaba casi todo listo. Siguiendo los consejos de un amigo de Antonio que reside en Marruecos decidimos cruzar el Estrecho desde Tarifa hasta Tanger ya que al parecer es más rápido y cómodo y la verdad es que el trayecto fue un suspiro.

Ya solamente quedaban temas administrativos como la carta verde del seguro, el pasaporte con seis meses de vigencia, gestionar un seguro de salud para el grupo o la solicitud de voto por correo ya que las elecciones municipales nos pillaban fuera de España. Las típicas dudas de equipamiento, qué tipo de ropa llevar, divisas, tarjetas de teléfono y crédito, y ya estábamos casi listos para la partida y los nervios se iban acrecentando. Se veía en las miradas y gestos nerviosos de todos que teníamos ganas de que empezara el viaje y es que si para unos era su primera experiencia en viaje largo en moto, para los demás era nuestra primera aventura transcontinental con el cambio cultural e incertidumbres que ello provoca.

Al final decidimos salir el lunes 22 porque Salva tenía guardia en el hospital el día previo y además estaba el tema de la comunión del sábado, y programamos la vuelta para el siguiente lunes 29 con los cambios de guardia y suplencias en juicio que fueron necesarios.

Ya está todo preparado. Las maletas hechas y metidas en la moto. La bolsa de cables y dispositivos preparada y todos los cachivaches cargados. La ropa que te vas a poner al día siguiente preparada en la cómoda y la chaqueta, guantes y casco limpios y en estado de revista. Le echamos un último vistazo a la moto ya pertrechada de viaje que espera impaciente el momento de empezar a rodar. Ya sólo queda la cena en familia, el repaso mental de todas las cosas que has cogido con la inevitable sensación de que algo te dejas y te acuestas sabiendo que te va a costar conciliar el sueño. Los nervios no te dejarán dormir tanto como pretendes, pero al final caerás rendido por el cansancio. Siempre igual.

Mañana empieza el viaje.

Mañana cruzamos a Marruecos.




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